A 5 Kilómetros de Calamocha y 69 de Teruel, El Poyo del Cid se encuentra a 911 metros de altitud, y su término dispone de 2.408 hectáreas, alguna de ellas húmedas y pantanosas.
El núcleo urbano se asienta en la ribera izquierda del Jiloca, a la falda del cerro de San Esteban, a un Kilómetro de la carretera Sagunto-Burgos, en las inmediaciones del monte de Valdellosa que, con sus 1.229 metros de altitud, es uno de los techos principales del valle, desde donde se divisan hasta treinta y dos pueblos en los días de mayor claridad, hasta la cumbre del Moncayo; en su cima hay instalada un repetidor y el peirón de los soldados, que posteriormente se detallara.
Cuenta
con una tupida red de caminos vecinales, generalmente en buenas condiciones, que
lo unen con los pueblos vecinos de Calamocha, Fuentes Claras y Bañón, o que le
dan acceso al Campo de Bello. Sus
denominaciones varían según al lugar que se dirijan, o reciben curiosos
nombres que evocan vivencias del pasado, como la Senda de los Frailes, por donde
debían de venir al pueblo desde el pequeño convento de la partida de El
Lavador en sus ejercicios piadosos, el camino de Berenguer que da acceso a la
partida con una fuente natural del mismo nombre, sin duda recordando la batalla
que allí libró para su desgracia este noble catalán con el Cid Campeador;
otros nombres aluden al santoral como los caminos de San Antonio, San Pascual,
de la Virgen, etc. Y entre la rica toponimia local, destacan las parideras de El
Arriero, Parrilla, Casa Alta, Casa Baja, El Ojillo, Raso, Vega
Monenillo, Prao, Hoyos, Las Acequias, etc.
En la actualidad El Poyo del Cid tiene 277 habitantes, aunque a comienzos de siglo eran 707, que llegaron a 823 hacia la mitad de la centuria. Cuando en 1971 tuvo lugar la anexión a Calamocha eran 510 vecinos. Dispone de escuela pública, cuyo edificio fue inaugurado el 10 de mayo de 1989, a la que asisten 13 alumnos este curso, atendidos por una profesora que depende del CRA del Campo de Bello.
Otros edificios de construcción reciente son el centro social, ubicado en el antiguo Horno y que da cabida a los despachos del ayuntamiento y de otras asociaciones. Sobre el viejo ayuntamiento hoy encontramos el hogar del pensionista, el consultorio médico y un salón de reuniones. Las antiguas casas de los maestros fueron reconvertidas en el bar, centro de reunión de la juventud de la localidad, y en el consultorio del ATS. Dispone además de un pabellón multiusos, y conserva, aunque en pésimo estado, el apeadero y la casa del ferroviario, junto a la desmantelada vía del tren Caminreal-Calatayud. Sin olvidar tres interesantes palomares de propiedad privada que destacan sobre el horizonte urbano, uno de ellos algo deteriorado, y que pertenecieron antaño a las familias mas acomodadas.